lunes, 9 de noviembre de 2009

There are worse things I could do


Ella escribía anónimos.No era vergüenza,no era miedo.Sencillamente,en cada palabra se dejaba el alma.Y cuando uno da tanto (tanto de sí mismo,de sus lágrimas y de su tiempo) y encima lo deja al descubierto,tiene que protegerse.
Ella no estaba arriesgando su nombre.Por favor.
Ella se estaba jugando su esencia.
Encerrarte en una sola frase es muy peligroso,pero darla a conocer te destruye.
Ella no necesitaba esa locura,pero los demás sí.No les bastaba con intuir lo que ella realmente era,creérselo no era suficiente.Porque el caso es que estaban prácticamente seguros de saber lo que allí había,pero cuando cierras los ojos el "prácticamente" no vale nada.
Y ella lo sabía.Así que,cuando ya no pudo aguantar tener que hacerse visibles para el mundo (ella y lo que significaba),decidió enterrarse en una frase.
Ella la buscó.Con el corazón,con las manos,a gritos en su cabeza y a gritos en su habitación.
Escribió una cada día.Pero no las firmaba,eso hubiese sido aterrador.
La única no anónima fue la última.Era ella.
Y como empezó a vivir encima de un papel,dejó de hacerlo fuera de él.
Después de todo,podría haber hecho cosas peores.

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